Andando por Isnos –Despedida
Por un momento pensamos en realizar una entrada por cada
lugar visitado en Isnos, pero pensando en no extendernos mucho y menos sin
iniciar nuestro “Tren al Sur”, cambiamos de idea y agrupamos los sitios que nos
faltaban en esta entrada.
Después del encuentro con la naturaleza que logramos en el
Salto de Bordones, quisimos hacer un cambio de ritmo y buscamos algo de
adrenalina; y en Isnos también se le tiene turismo de aventura. Nos dispusimos
para ir al Mirador del Magdalena con intención de lanzarnos en un péndulo que
se encuentra ubicado justo a la orilla del gran Cañón del Magdalena, por lo que
una caída de 7 metros de altura se convierte en la vista monumental a cientos
de metros en donde levitas mientras tus ojos intentan captar toda la
majestuosidad que está muy por debajo de tus pies que por un momento parecen
inmortales. Una experiencia única que encuentras a tan solo 20 minutos del
casco urbano y que te cuesta solo 10.000 pesos, claro que antes has pagado una
entrada de 3.000 que te permite disfrutar de la piscina y el mirador, por sí la
adrenalina no es lo tuyo, aun así sigue siendo muy económico.
Después de la purga, de la desparasitada por el vértigo,
nuevamente buscamos quietud; pasamos al turismo arqueológico. Como les habíamos
contado, en Isnos hay dos parques arqueológicos que fueron declarados
patrimonio histórico y cultural de la Humanidad por la UNESCO en el año de 1995,
así que ir a Isnos, o incluso al sur del Huila, y no visitarlos, es como no
haber ido. En Ambos parques se encuentran tumbas de la cultura precolombina con
estatuas que cuentan su acontecer. Nosotros fuimos en primer lugar al parque
más grande, el Alto de los Ídolos, el cual se conforma por dos mesetas ubicado
a 5 km de distancia, y posteriormente al Alto de las Piedras, más chico pero no
de menos importancia, en él se encuentra e Doble Yo, la escultura insigne de
toda la cultura esparcida por lo que ahora son los municipios de San Agustín,
Saladoblanco e Isnos. Este parque se ubica a 5 km por la vía hacia el salto, y
su ruta es toda pavimentada. Ambos parques se pueden recorrer en un día, pero
hay que disponerse a caminar bastante para recorrerlos plenamente y poder
contemplar todas las esculturas y sus detalles… (Son esculturas muy detalladas,
el escultor se detuvo a delimitar hasta los dedos de los pies en muchas de
ellas, y no olvidó tallar las líneas de los collares, de las coronas y algunas
hasta tienen diferentes colores que han perdurado en el tiempo.
Parecía que teníamos todo el tiempo para recorrer los atractivos
de Isnos pero el tiempo se nos fue acabando mientras retozábamos en el “hotel
mamá”. En los últimos días nos tocó tomar una dura decisión, de todos los
lugares elegir solo uno para no retrasar los compromisos de las funciones de
cuentos programadas en Popayán y Pasto, así que dejamos cascadas y paisajes por
visitar y volvimos a la aventura natural. Para cerrar nuestro descanso, fuimos
al Vegón, un oasis en medio de las montañas, una finca recreativa con
restaurante, canchas de futbol, voleibol, tejo, rana, discoteca y cuyo
principal atractivo por años fue una piscina de agua natural que brota desde el
centro del bosque, un estanque donde el agua corre y se lleva tus
preocupaciones mientras te zambulles en su agua refrescante y cristalina como
pocas. Como si esto fuese poco motivo para ir, ahora se encuentra en el lugar
el único canopy colombiano que une dos municipios mientras atraviesa el río
Magdalena… no sabría cómo describir lo que sientes mientras estás yendo de
montaña a montaña y suspendido a tal altura, escribir sobre todo lo que puedes
ver entre verde y cascadas, lo único que puedo decir es: visita nuestro canal
de Youtube: Pintando el camino, para hacerte una idea; igual, dejaremos unas
foticos acá abajo, para que te antojes de esta finca que también cobra 3.000
por entrada y para el canopy solo inviertes 30.000 por los dos tramos, es
decir, ida y vuelta…
Y como no hay tiempo
que no llegue ni plazo que no se cumpla, se llegó el momento de dejar nuestro
acuartelamiento en Isnos e iniciar nuestra travesía por el sur… Hasta la
Patagonia o más acá.
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