Andando por Santa Marta - Colombia
Santa Marta es la ciudad que más
nos atrae de la costa atlántica en cuanto a playa y mar se refiere, y una de
las más económicas para el turismo en Colombia. Por eso, cuando se nos dio la
oportunidad de pasar unos días de sol recorriendo sus playas, no dudamos ni un
momento en ponernos a empacar el traje de baño.
Aunque estábamos enfocados en el
viaje por Suramérica que iniciaremos en unas semanas y estamos tratando de
organizar nuestros recursos para ese sueño rodante, una posibilidad de trabajo
nos llevó de Cali a Barranquilla, 5 semanas antes de la fecha presupuestada
para arrancar. Apenas colgué el teléfono y acepté el trabajo que requería que
estuviésemos 5 días en la capital del departamento del Atlántico, nos miramos y
dijimos: “Santa Marta”. Por eso este Blog que estaba pensado para contar
nuestro andar desde Colombia (iniciando por los lados del Huila y Cauca) hasta
la Patagonia-Argentina, inicia un poco más al norte, unos mil y “piola”
kilómetros más al norte de lo que habíamos pensado en un principio. Pero así son los viajes,
vivos y caprichosos; éste quería iniciar en la brisa del mar Caribe.

Después del almuerzo, como el restaurante queda a la salida de la ciudad, no fuimos hasta el terminal sino que llegamos a la parada de buses que queda antes de salir hacia Santa Marta, ahí paran todos los buses que lleven puestos libres y se pueden conseguir pasajes a 10.000 o menos, pero la empresa que nos habían recomendado por ser más cómoda y rápida y que no para a recoger en la carretera, es Berlinas y cuesta 12.000. No conocemos las otras empresas, no sabemos si el servicio es tan malo como dicen, pero por 2.000 pesos preferimos y recomendamos no arriesgarse. El trayecto duró 1 hora y 20 minutos, todo muy tranquilo durante el viaje; bueno los últimos 40 minutos fueron mortales por un señor que estaba sentado delante de nosotros y que cuando pudo conciliar su sueño, nadie más pudo dormir; roncaba con un león en celo, hasta el conductor lo escuchaba…pero en eso si ya no tiene la culpa la empresa.
Para alojarse en Santa Marta hay
variedad de opciones de diferentes precios. Existen hostales cerca del malecón
que son una gran opción, pero lo malo de alojarse en la ciudad es que para
disfrutar de la playa debes desplazarte a Taganga, el Rodadero o a Gaira, que
son las tres playas más cercanas. Nosotros decidimos alojarnos en Gaira, que
queda a unas 10 cuadras de la bahía del Rodadero, pero es mucho más económico y
más tranquilo, sin tanta gente (lo que puede ser una desventaja a altas horas
de la noche). Alquilamos un apartaestudio a 50.000 mil la noche para los dos, a
2 cuadras de la Bahía, muy favorable porque mercamos en uno de los
tantos supermercados y preparamos nuestras comidas. Además pudimos, esa misma noche,
disfrutar un poco de la playa, caminando a ras del agua, sintiendo la
tranquilidad y frescura de la brisa y charlando hasta eso de las 8 p.m., cosa
que no se puede hacer en el Rodadero, ya que a las 6 p.m. no permiten que nadie
esté muy lejos de los andenes.

Después de unos 10 minutos en
lancha, llegas hasta una de las playas más hermosas de Santa Marta, de agua
trasparente y olas tranquilas; haciendo justicia a su nombre, Playa Cristal. El mismo guía del tour te lleva al restaurante recomendado, en donde encuentras
platos desde 30.000 pesos. En el mismo restaurante te guardan tu equipaje y así
no pagas el alquiler de la carpa, la cual no vas a necesitar, porque lo mejor
está dentro del agua. RECOMENDACIÓN RECOMENDADÍSIMA, compren gafas acuáticas de
silicona en el centro de Santa Marta para que puedan disfrutar de uno de los
corales más grandes que tiene el parque. Si no sabes nadar no te preocupes, los
pescados de diferentes tipos y colores se encuentran desde la orilla, también
está el servicio de guía y préstamo de equipo: snorkel y chaleco, por 25.000
pesos la hora; pero en verdad que si viajas con poco presupuesto, compras unas
gafas de 15.000 y disfrutas todo el tiempo. Cómo ya conocíamos el lugar y la
idea era gastar muy poco, llevamos nuestras gafas y no alquilamos la carpa,
porque estábamos tan encantados con los peces, que solo salimos del agua en
un par de ocasiones: 1. a almorzar (sanduches de jamón y queso que llevábamos) y
2. a las 3 de la tarde, cuando empieza a organizarse el regreso.
La verdad, es muy poco el tiempo
de estancia, uno siente que necesita más, tanto para seguir nadando como para
recostarse un rato al sol. Pero todas las agencias, sin excepción, deben salir
del lugar, a eso de las 4 solo quedan los lugareños, ya que no hay opción de
hospedaje. Si piensas ir a Santa Marta, Playa Cristal es un lugar que no debes
dejar por fuera en tu itinerario. Y si viajas con bastante tiempo, haz todo el
recorrido del parque por la entrada del Zaino hasta cabo San Juan, otra gran
aventura.
Llegamos a eso de las 5:30 p.m. al
hospedaje, una ducha y salimos a disfrutar del atardecer en una caminata corta
hasta el Rodadero, para vivir también, con unas cuantas cervezas, un poco de
turismo “bullicioso”. Nos sorprendimos de grata manera: encontramos una papayera
tocando cumbias al lado del andén, y bailamos hasta que nuestros pies nos lo
permitieron. Dos noches muy distintas al frente del mismo mar: en Gaira la tranquilidad
y la unión con la brisa y nuestros pensamientos, y en el rodadero la algarabía y
el baile al son de la música. A eso de las 10:30 p.m., nuevamente caminando,
sin ningún inconveniente, regresamos a la habitación.
El segundo y último día,
decidimos ir a la Bahía de Santa Marta, una de las más lindas de América, muy
linda a la vista pero no es muy apta para el baño, es el mismo lugar donde está
el puerto de carga y el agua es poco limpia. Cómo esto ya lo sabíamos, nuestro interés
solo era poder contemplar su belleza, aunque no por mucho tiempo, ya que íbamos
con todo nuestro equipaje para desde allá empezar el regreso a Barranquilla, de
allí a Cali, y luego a Isnos, en el departamento del Huila, donde estableceríamos
nuestro fortín antes de iniciar el viaje.
Así termina la primera etapa de este
pre-viaje, como calentando motores, como alistando nuestros pasos para este andar,
para este sueño con el que queremos Pintar nuestro Camino… Próxima parada Cali.
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